Las campanas de Botorrita están dejando de sonar

¡Tam, tam, tam,…!
Las campanas están sonando …
¡Qué raro!
Ya no las suelen tocar.
¿Qué ocurrirá?
Son las 12:00 de la mañana de un día cualquiera.
No son fiestas.
No es hora de la misa dominical.
No ha muerto nadie en el pueblo…
Tendré que preguntar.

En la iglesia de Botorrita hay dos campanas, una grande llamada «Virgen del Rosario», fundida en Guadalajara en el año 1892, y otra más pequeña, sin nombre, sobre un estribo.

Ambas situadas en los vanos de la torre de la iglesia parroquial de San Agustín, orientadas hacia el pueblo, para que su sonido llegue a todas las casas.

Los toques que se realizaban eran bien conocidos por los botorritanos. Digo eran, porque han dejado de oírse esos toques tan especiales. Era un buen sistema de información para que desde cualquier sitio todos supieramos qué estaba pasando.

Actualmente se han perdido esos toques, ya no se voltean las campanas. Solo se toca para llamar a misa, para alguna procesión, o cuando ha fallecido algún vecino del pueblo.

Para llamar a misa se dan tres toques, el primero media hora antes del inicio de la celebración religiosa, el segundo un cuarto de hora antes y el tercero un minuto antes. Comenzando y finalizando con 1, 2 o 3 toques según se acercaba la hora de comenzar la misa.

En fiestas mayores y procesiones se volteaban a mano las campanas, siguiendo la pauta aragonesa de: repique – bandeo – repique.

Se volteaba la campana grande y se repicaban ambas.

Repique y bandeo.

Se diferenciaba el toque de difunto si era un niño o si era un adulto.

El «toque a muerto» de un adulto es: repique – bandeo – repique: un toque de la campana grande, dos de la pequeña, muy lentos.

La campana mayor era balanceada, dejándola parada hacia arriba, cada tres toques daba una vuelta completa.

El de los muertos.

El «toque de los chicos», cuando fallecía un niño, era una especie de repique repetitivo con las dos campanas: dos toques con la pequeña seguido de un toque con la grande.

El de los chicos.

En Semana Santa era costumbre no tocar las campanas porque eran días de luto. Para avisar de que iban a comenzar los diferentes actos religiosos, los niños recorrían las calles haciendo sonar las carracas. Eran los tres toques característicos de las campanas, pero con este instrumento musical. Desde Viernes Santo hasta Domingo de Resurrección, que era el día en el que se volvian a tocar las campanas.

La carraca es un instrumento musical de madera compuesto de un pequeño panel, con un asa para sujetarla en la parte de arriba, bajo la tabla un martillo también de madera, que se movía arriba y abajo, y que al moverlo hacía mucho ruido. Eran de pequeño tamaño lo que permitía que los niños lo pudieran manejar cómodamente.

Los monaguillos eran los encargados de hacerlas sonar, se peleaban porque todos querían cogerlas los primeros. Iban corriendo, acompañados de toda la chiquillería del pueblo.

Para festejar Santa Águeda, las mujeres de Botorrita tenian costumbre, a lo largo de todo el día, subir al campanario a voltear las campanas, para invocar salud y protección. Era un dia festivo para ellas y estaban todo la jornada de celebración.

Con el paso de los años, ya no suben a voltearlas, pero tocan las campanas de forma insistente y prolongada al salir de la misa que se celebra en su honor el 5 de febrero, el día de la Santa.

Los campaneros de Botorrita en el siglo XX fueron José Rodríguez, continuando la saga sus hijos Antonio, Domingo y Mundo Rodríguez.

Durante la pandemia del Covid-19 de 2020, las campanas sonaron en la mayoria de parroquias del país, también en Botorrita, de la mano de don Antonio Cifuentes. Todos los días a la hora del Ángelus (12:00 horas) para mostrar el agradecimiento de los cristianos y animar a quienes permanecian en casa a rezar por los enfermos, sanitarios o equipos de emergencias que hicieron frente al coronavirus.

Toque de campanas a la hora del Ángelus, durante la pandemia del Covid-19 de 2020.

Los toques de las campanas de Botorrita están grabados gracias a dos programas culturales: uno del Ministerio de Cultura de 1983 y otro de la DGA de 1984, «Toques de campana de Aragón».

Se grabó en video el sonido de las campanas de 50 municipios aragonés, entre ellos el nuestro. Gracias a esta iniciativa, podemos volver a escuchar y recordar los sonidos de nuestra historia.

Sala de campanas y paisajes.

Bibliografía:
http://campaners.com
Tradición oral.

Texto y documentacion:
Inmaculada Cifuentes, Lda. en Geografía.