Era una representación teatral que se realizaba durante la celebración de las fiestas mayores en honor a la Virgen del Rosario, el primer fin de semana de octubre. Dejó de realizarse durante la Guerra Civil.
Estaba dividida en varias partes:
- Pastorada, en la que intervenían:
- mayoral (pastor principal de una ganadería),
- rabadán (pastor de un rebaño).
- Diálogo entre turcos y cristianos.
- Una pugna entre el bien y el mal: ángel y diablo.
Se representaba un diálogo entre pastores en la entrada de la iglesia.
Interrumpido con la llegada de los turcos que intentaban estorbar la fiesta y molestar a la virgen y a los cristianos, convirtiéndose los pastores en soldados rechazando a los turcos.
Tras dialogar sobre ventajas e inconvenientes del islamismo y del cristianismo, aparece un ángel para defender a los cristianos y un diablo para defender a los turcos.
Los turcos derrotados, se convertían a la fe cristiana, y se entonaban vivas a la virgen y terminaba así la representación.
También había danzantes que además de bailar formaban parte del grupo de turcos y cristianos. Uno de los danzantes adoptaba el papel del rabadán (pastor de ovejas, era por lo general el que hacia el papel de gracioso y llevaba el peso de la actuación).
Se recorrían las calles del pueblo en procesión hasta regresar de nuevo a la iglesia patronal. Los danzantes iban próximos a la virgen durante todo el recorrido.
Los bailes se intercalaban con diálogos. Los danzantes vestían pantalón blanco con cascabeles a lo largo de una tira y unas alpargatas con cascabeles y cintas de colores.
El grupo de danzantes, grupos de cuatro, realizaba una serie de “paloteaos” dónde se enfrentaba el bien y el mal, dándole forma de enfrentamiento entre turcos y cristianos.
Se transmitían de padres a hijos y era un privilegio ser danzante.
El diablo vestido de negro, con la cara pintada y con rabo largo, con el que pegaba y molestaba a las mujeres que estaban rezando dentro de la iglesia en los reclinatorios. Entraba de espalda al altar mayor.
Perseguía a los niños y bromeaba con las mujeres con lo que producía confusión y desorden entre la gente del pueblo que estaba presente en la procesión.
Se alababa a la virgen del Rosario, patrona de Botorrita y se cantaban coplas alusivas a la gente del pueblo, en un ambiente divertido e irónico.
Durante el recorrido se iban recitando versos rimados haciendo critica personal y alusiones a acontecimientos del año.
Algún ejemplo que ha llegado a nuestros días:
“Este se llama Julián
que siempre va muy deprisa,
y cuando sale a la calle
se encuentra con la Narcisa”
“Este sí que es guapo
y es muy descuidao,
algún día perderá
alguna rueda del carro”.
En Lécera hace unos años, aun recordaban algunos mayores de la localidad, que en 1898 unos jóvenes de Botorrita fueron a bailar el dance en honor de la Virgen del Rosario, el que procedía de Belchite y que se estuvo bailando hasta 1911. Lo bailaron dos filas de chicos, con gaiteros detrás, haciendo muchas florituras.
Bibliografía:
- PEREZ GARCIA -OLIVER, Lucia. “Los dances de la comarca del Campo de Belchite”.
- Tradición oral. DPZ. 1986. www.sipca.es
- Tradición oral en Botorrita.
Fotografías:
J.A. Cifuentes.
Documentación y dibujos:
Inmaculada Cifuentes, Lda. en Geografía.